viernes, 14 de septiembre de 2012

PRIMER ME GUSTARÍA




LA EDUCACIÓN POPULAR Y LAS CASITAS DE BARRO


Por Freddy Aguilar
Docente Cefounes- Zulia
Un Primer Me Gustaría
Hablar sobre seguridad mientras hacemos casas de barro

Reflexión sobre la geografía:
Si fuera la ocasión en que con los dicentes del ambiente 11 saliera a un espacio natural, llenaría ese saliera con inmensos arboles de sombra y mucho barro frio en los pies descalzos.
Soplaría la brisa de una tarde cuaternaria y borraría las prisas del tiempo. Hecharía a rodar las hojas por sus cuerpos mientras la conversación y las sonrisas arman la llegada de la lluvia.

Reflexión sobre la acción
Si llegara a un espacio natural de la mano de los discentes del ambiente 03 o 04, sintiendome niño los invitara a contruir con nuestros pies y nuestras manos casitas de barro. Nos cantaríamos nuevamente el cumpleaños y saldríamos a pasear por nuestra ciudad tranquila, montados en nuetros coches ecológicos hechos de grandes hojas verdes. Los invitaría a construir sus familias y darles afecto, casa y ciudad segura.

Reflexión sobre la palabra que nos ocupe
Si me preguntaran de afecto les pediría que primero sostuvieran en sus brazos su familia hecha de barro y ternura. Luego lanzaría hacia los arboles la canción del Lunerito de nuestro Alí cantor, de nuestro Alí poeta, del Lunerito tierno.
Mostraría las imagenes de nuestros niños de la calle escondiendose de Peter Pan. Hablaría de las hazañas de nuestras nodrizas negras y aborigenes que aún en la más extrema pobreza siempre tuvieron una teta y un arruyo para un huerfano de la guerra, de un huerfano del látigo, de un huerfano de un virus o de un dolor; Mientras hablamos, les pediría que hablen sus hijos, que hablen sus hombres y sus mujeres, que se miren y que si se sienten afortunados que perpetúen esos momentos. Que los tengan presentes para que sonrian siempre. Les mostraría los caminos... los dos caminos: el del hipócrita que que todo lo tasa en dinero y el del que sabiendo que hay seres carentes de afecto busca llenarlos de amor haciendo justicia social.
Si me preguntan de afecto, no hablaría yo. Hablaría la negra Hipólita, la misión Milagro, Chávez en amor mayor, los hijos de Venezuela. Le diría a la discente Edmary Cedeño que con su acostumbrada pasión hablara de los derechos humanos, al discente Ronald Viloria que nos expliacara la relación práctica que existe en elegir entre socialismo y capitalismo y el afecto. Invitara a Ramón Bracho el policía que daba sonrisas y diversiones a niños y adultos vestido de payaso y usaba el arma sólo herir las injusticias porque prefería morir antes que matar. 
  
Si nos tocara hablar de casa, les pediría que me hablen del barro en sus manos y pies... la frescura de la tarde, lo confortable de la tranquilidad. Después dejaría derramar suave y finamente las gotas de lluvia. Nos hecharíamos sobre las hojas que se amontonan en los techos de nuestras casas de barro y oiríamos la inmensa paz que llega cuando se hace un gran silencio en el mundo. Si tuvieramos que hablar precisamente de casa, cerrariamos los ojos para comunicarnos en astral con el maestro Victor Rumbos para que nos aclarara la relación de casa, rancho y hogar. Volvería el poéta del fusil y el amor para hablarnos de los techos de cartón, de los niños color tierra, de las casas del explotador. La discente Yulenis nos definiría la palabra dignidad a partir de la constitución y así visualizaríamos al nuevo policía acudiendo con mandarrias a tumbar ranchos y pararse del lado del pueblo construyendo en revolución viviendas dignas.
Si cayendo la noche ya el barro se ha secado en nuestras manos y pies, y es hora de retirarnos y sentimos la necesidad de hablar de la seguridad. Hablaría de un pueblo en constante actividad cultural, bebiendo cafe como simbolo de amistad. La discente Cindy nos interpretaría sus poemas y el dicente Jackson Aponte nos contaría cuentos de su afrodescendencia. Hablariamos del interés de algunas empresas por vendernos casas amuralladas y tecnologías mata paranoicos. Del interés del sistema privado de medicina, información y comunicación de vendernos inseguridad. Del por qué no se toman medidas que evidentemente reducirían la violencia, la delincuencia y la inseguridad. Del papel moneda en el juego antirrevolucionario y del papel de las mafias en la corrupción y violación de las políticas públicas. Juraríamos trabajar por ver vecinos prestos a la conversa vecinal. Pondríamos en funcionamiento la política implementada por Arias Cárdenas de Calles para la Gente. Entonces nos iríamos a nuestras casas haciendo escala: viendo película en la calle, disfrutando del teatro y la danza comunitaria, del deporte interbarrio, del esfuerzo gubernamental. Y entonces Sheyla Padilla, como lora, iría hablando a todos de la Misión Cultura Corazón Adentro, del papel de los medios de comunicación alternativa y comunitarios, de la UNES y su Vinculación Social, de la PNB y su Policía Comunal. De que la seguridad es la suma de todas las políticas progresivas que llegan hasta nuestro entorno y nos invitan a participar en la construcción de la patria. Entonces con la Billo, Armando Molero y el Trio de la Policía caminaríamos a casa de baile en baile. 

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