viernes, 28 de septiembre de 2012

LA LICANTROPÍA DE MANGOAGUAO


El papel de la antropología y las prácticas filosóficas y religiosas como amuleto de los delincuentes

Por Freddy Aguilar
Docente y policía frustrado del Cefounes Zulia

Había sido difícil trepar por la mata de mamón hasta el techo, no sólo por los casi 50 años sino por lo resbaloso del árbol y la hora que estremecía la noche. Sólo por las ganas de que me reconocieran a mí también el título de policía era que arriesgaba tanto. Junto con los discentes a mi cargo lo había planeado, investigar todas las teorías posibles. El discente Jackson Aponte, venido de las africanas tierras de Bobures, pero de familia Palenquera, tenía la teoría de que únicamente desde allí y a esas horas podríamos entender qué movía al famoso “Mangoaguao”, ese peligroso jefe hamponil, a ser un ser nocturno para el trabajo. Tenía la certeza de que habían seres astrales que de noche deambulaban buscando cuerpos para materializarse por licantropía y cometer delitos.

¿Qué y quiénes habían incidido en esos razonamientos?

Primero que nada esgrimía que el docente Víctor Rumbos le había comentado que él volaba en astral después de las doce de la noche. Le había dicho una vez: “Anoche te visité: estabas sentado al computador escribiendo y te ayudé para que terminaras rápido”.

Él estaba seguro que no era una presunción del maestro Víctor, ya que lo había sentido cuando le hablaba y le dictaba de manera persistente mientras escribía. De modo que según esa teoría de salir en astral de un cuerpo, daba pié (teoría criminalística siquiátrica en fin) de que realmente existiera la posibilidad de que “Mangoaguao” el líder de las bandas criminales de los barrios que componen la poligonal Francisco Eugenio Bustamante, fuera realmente un ser indefenso y dócil poseído en licantropía por retorcidos espíritus del mal. De ser así, tal como creían algunos discentes del ambiente 20, la preparación en temas sobre el oscurantismo y la siquiatría, la medicina, la cosmogonía aborigen y la filosofía africana podrían dar los conocimientos y procedimientos para resolver el problema y reinsertar socialmente al líder negativo. Alguien se atrevió a proponer incluso un curso de artesanía para aprender a fabricar cruces de Caravaca, estacas y collares de ajo y limón. Yo, seriamente me imaginaba con mi futuro uniforme policial y todo ese conjunto de armas: Collares por esposas, estacas por bastones, y el libro de La Clavícula de Salomón en vez de la constitución de la república. Si esa era la forma más efectiva de combatir al lugarteniente de la mafia, así lo haría.

Sin embargo para la discente Yasmery Vílchez, era poco serio e incluso improbable que esa fuera la causa, a pesar de que estaba convencida de la necesidad de experimentar con todas las hipótesis posibles.

Si bien del maestro Víctor salía el primer razonamiento, del discente Tulaima salía el segundo. Reclamaba ser discriminado constantemente, él y otros miembros de su etnia wayuu. Que incluso no sólo los de su etnia sufrían ese rigor, que también las personas como el discente Robert Orozco debían sufrirlo, que estaba seguro que así era. Las mujeres y otras personas del barrio donde residía junto a muchos alijunas decían que por las noches él y los que eran como él y Orozco se transmutaban en lobos, perros, mochuelos, ratones y otros animales; incluso la gente los veía como los verdaderos seretones. Decían que al igual que Jesús Cedeño, aquel que fue liberto entrado el 1900, podían hacerse invisibles ante los agentes policiales que les buscaban cuando los denunciaban las mujeres del barrio por vigilarles el sueño al lado de la cama.

Esa teoría de Tulaima era casi perfecta. Demostraba que no era folklore que ciertamente la razón por la que Mangoaguao era un delincuente nocturno e inatrapable era por ser un licántropo o un seretón. ¡Lógico! Su valentía provenía de condiciones sobrenaturales. ¿Quién iba agarrarlo? Si aunque estuviera delante de los policías estos no podían verlo. ¡Con razón podía operar en varias zonas al mismo tiempo! ¿Qué policía iba a desconfiar de un perro que le pasara por un lado a toda carrera, así le ladrara? ¿Quién iba a buscar a un delincuente con forma de mochuelo? Yo incluso no pude evitar recordar la vez que me miraba desde la mata de coco de la casa de proyecto comunal del barrio 19 de abril. Y la vez que se paró en la cuerda de colgar la ropa en la casa de nuestro contacto comunitario Richard “El mocho” ¡Claro que era él aquel mochuelo! ¡Hasta ahora me di cuenta!

La tercera y última teoría sobre las licantropías de Mangoaguao era la que tenía que ver con la cantidad de delincuentes que tenían en sus casas las diminutas jaulas con alondras. Sólo el discente Pirona se hubiera fijado en ese detalle característico de los delincuentes de la poligonal. No sólo las tenían en sus casas, era que cuando salían a cometer fechorías, deambulaban por las calles con ellas. Él pensaba que a Mangoaguao lo protegían tras los barrotes de esas jaulas los mismos delincuentes que le servían. Esa, según Pirona, era la causa de que pudiera dar tantos golpes criminales en cualquier esquina. Por supuesto, actuaba, se convertía en Alondra, entraba en la jaula y cantaba alegremente “Las mañanitas del rey David” cuando veía venir la policía. Así no puede triunfar la justicia, con tanta ventaja. Menos mal que decidimos hacer una investigación bien seria y profunda para descubrirlo. Y yo en mi imaginación con el uniforme puesto, y al cinto la honda para que cuando ese pajarito cantara darle por la patica.

Bien, allí estábamos montando guardia en el techo de que Zulay. Mirando para todos lados, turnándonos el sueño. Centímetro por centímetro cubierto con los binoculares de visión nocturna que el discente Ibner Gómez, conocido entre nosotros como Bond... James Bond, nos prestara.

Yasmery insistía en que esa investigación no era seria; que mejor nos planteábamos la hipótesis del discente Ronald Viloria, la cual consistía en que la moneda aflojaba toda tuerca. Ella hablaba y yo me la imaginaba (a la moneda por supuesto) ¡aflojáte tuerquita, aflojáte!

¡La que no me parecía seria era esa teoría! ¿De dónde venía? ¿Acaso de las teorías materialistas del fulano Marxista de apellido Leninista? ¿Qué insólito que a estas alturas de los avances cibernéticos y de la comprobación de la posibilidad de desmaterializar y rematerializar lo desmaterializado, todavía exista gente que cree que el dinero es lo único que puede hacer posible que no atrapen a Mangoaguao?
Realmente eso sería el fin de la seriedad y el romance. Allí sí que no podía imaginarme ni de uniforme.

No quisiera verme en una asamblea de ciudadanos de la comunidad: ¡Señoras y señores, demandemos al dinero; hemos descubierto que es el culpable de que hayan tantos robos, ventas y consumo de droga! Es el culpable de que Mangoaguao no cante las mañanitas en la cárcel. Por favor, ¿cuánto se reirían de nosotros los científicos del crimen?

¡Qué poco serios Yasmery y Ronald! Perdónalos señor que no saben lo que dicen. Me molesté por semejante teoría, así que para cobrarles tanta ingenuidad forcé que pagaran vigilando mientras los demás dormíamos.

Así, amaneció tarde... al menos para nosotros que nos tomábamos muy en serio la investigación sobre el crimen. La calle estaba llena de delincuentes con alondras que miraban hacia el techo con una sonrisa irónica. Aún con la baba húmeda en mis mejillas. Me enjugué los ojos con los puños y me vi solo, en el tejado junto a un gato vinculador que aún no se desperezaba. Las alondras cantaban “Las mañanitas del rey David” y quienes sostenían las jaulas señalaban hacia el abasto aún cerrado. Sobre el mostrador estaba el mochuelo, abajo el perro y ambos reían y ladraban de manera burlona. En la pared del abasto se podía leer “Seguridad Comunal” con una pistola dibujada.

MÍMESIS DEL DESEO

Que certeza tan firme de que era un nuevo negocio de Mangoaguao. Como pude, y ante la mirada irónica de los compinches del delincuente y bajo el canto de las mañanitas me deslicé por la mata de mamón hasta el patio trasero de nuestro contacto comunitario.

Como loco corrí hacia adentro de la casa, los discentes me gritaban “Corra profesor, corra”. Abrieron la puerta y entré. Con dificultad me ubiqué porque ya la comunidad se había activado ante la convocatoria de los discentes. Ante tal ataque masivo proveniente del hampa se habían reunido en la casa de Zulay después de trepar cercas con la ayuda de las escaleras de palo. Con ellos estaba la representante nacional de la lucha contra el crimen organizado. ¡Qué diligente esta mujer, muy hermosa por demás!

-        ¡Profesor, lo esperábamos para empezar esta asamblea destinada a discutir la mejor manera de alejar o enfrentar a este maleante!

Dijo Zulay Cardozo, con mucho nerviosismo y prosiguió.

-        Le presentamos a la representante nacional para la lucha contra el crimen organizado.

Me impresionó la mujer cuando escuché aquella hermosa voz. Era un canto su voz, realmente perturbaba. Se encontraba echada al mueble de manera displicente, contrariamente a la situación en que estábamos imbuidos. Me acerqué a estrechar su mano, como corresponde a estas situaciones, cuando la siempre desconfiada discente Jenny Morales rápidamente me tomó del brazo impidiéndolo. Al oído me dijo.

-        Espere profesor, tengo una teoría, esa mujer no es esa mujer. ¡La mímesis profesor! ¿Recuerda que Egler Albornoz planteaba que muchos de los que caminaban con nosotros en la universidad eran capaces de asumir las identidades de otras personas? ¿Que fácilmente podían camuflarse entre los pilares? Me parece sospechosa su actitud entre tanta tribulación.

Realmente dio donde era, me puso a meditar. Era muy apropiada su observación. La mímesis del teatro: jugar a ser quien no soy. ¡Cuánto sentido! Pero ¿Con qué sentido? Sería ella la de la teoría de Girar que decía que nuestros deseos se configuran por los deseos de otros. Es decir que realmente era otro profesor de la universidad mimetizado con la intención de que una vez resuelto el enigma de la imposibilidad de aprehender a Mangoaguao, apropiarse de nuestro descubrimiento. Muy fácilmente podía ser, ya que no era el único que deseaba ser reconocido con el título de policía entre los profesores. ¡Qué voz tan horrible tenía ese profesor! ¿A quién pretendía engañar con ese disfraz? ¿Pero cómo desenmascararlo delante de todos?

-        Esta investigación comienza a enseriarse. Dijo el discente Viloria, y agregó; pues cabe la posibilidad que tal como lo propone Girar, sea, no un profesor rival, sino el mismo Mangoaguao.

-        O un rival del mismo que ha venido a colaborar para que descubramos como destruir la hegemonía del delincuente y así posesionarse del territorio una vez que la PNB lo pueda retirar con su jaula y mariachis incluido; comentó Zulay Cardozo, nuestra extraordinaria aliada comunitaria.

Grandioso, con eso noté, entre otras cosas, que el esfuerzo de Zulay por enseñar a nuestros discentes comenzaba a dar sus frutos en el discente Ronald Viloria. ¡Qué dilema! ¿Cómo resolverlo? Por un lado la tesis de la discente Jenny Morales y Egler Albornoz, por la otra la de Ronald Viloria y por último la camarada Zulay Cardozo. Profesor, delincuente y enfrentamiento entre bandas.

-        Rápido, discente Oraima Mavárez, hágame una cartografía relacional para ver la conexión entre esta... este... personaje de mi propia ficción...
 
-        Un momento profesor; la nuestra. Porque estos son nuestros propios delincuentes y este cuento es nuestro. No son su ficción. Dijo Zulay Cardozo.

Apenado, le di las gracias rápidamente por recordármelo. La discente reunió a los presentes menos al esperpento, al que yo me encargué de entretener. Controlando mis terrores, imitaba a un loro. Hablaba de todo e inventaba lo que sea para interesarla y desubicarla del trabajo cartográfico que se llevaba a cabo en el patio. Hasta que quedamos solos fue que noté que la representante de la lucha contra el crimen organizado caminaba con sus patitas cambadas como algún animal que no podía recordar. Había mucho calor entre nuestra conversación y el lugar que ocupábamos y yo sudaba copiosamente. El sudor algunas veces da picazón y ella se rascaba mucho; sobre todo entre su larga cabellera de mujer.

-        Profesor. Entró la discente Oraima, tenemos los resultados. Mientras lo decía vi a Zulay con Richard “el mocho” con cara de alegría.

Me excusé del personaje y fui al patio donde me esperaban. Tomó la palabra Richard “el mocho” y comenzó a aclarar el misterio desde una comprensión completa del tema en su contexto. La discente Jenny nos habló de la teoría del Francés que se mudó en la esquina de que Leonalis la que se va a graduar de Médico de Barrio Adentro, la que vive en la esquina de que “Machete”. Así que mandamos a buscarlo con José Luis y aquí está.

¡Qué pequeño era el mundo un francés de la talla de René Girar viviendo en nuestra poligonal de Francisco Eugenio Bustamante, específicamente en las prehistóricas calles del barrio 19 de Abril!

-        La ciudad es objeto de deseo entre delincuentes por razones del capital. En la mímesis los sujetos rivales se imitan como los animales que pelean entre ellos por la presa, el territorio o la manada. Las diferencias se acaban y ambos se transforman en una sóla imagen, la del gallo que pelea con otro gallo. Así comienza la diferencia y esta lleva a la contienda, pero al final el interés original de la lucha se acaba y sólo queda la rivalidad que de manera obtusa los lleva a exterminar el uno al otro y quien gane se queda más que con el objeto del deseo con el sabor de haber bebido la sangre del otro.

Lo había dicho el mismo Girar en un español dificultoso. Con ello dio la palabra al líder del consejo comunal, Richard, no el mocho si no Matheus, el doctor.

-        Lo que ha dicho el francés, en pocas palabras es que ciertamente estamos en un enfrentamiento entre bandas donde nos están poniendo a jugar a uno de los bandos, es decir, somos parte de un agavillamiento, de un plan concebido para que ayudemos a definir quién será el líder de la delincuencia en la poligonal.

-        Profesor dijo Oraima, la relación cartográfica reunió en la misma casa y en la misma familia a esa mujer y al “González”. Son hermanos profesor.

¡Dios, qué revelación! ¡Qué pena a la vez! ¡Un gran descubrimiento develado... una lectura para cambiar el mundo! ¡Gobierno infiltrado, mimetizado como nos lo dijo Egler! ¡Sistema Integrado de Policía utilizado por delincuentes como confirmó la teoría de Zulay!

Desbaratamos el plan. Nuestros discentes se graduaron con honores, incluso Zulay y los Richards recibieron el título de docentes honorarios de la universidad. Yo me quedé esperando mi título de Policía porque, aunque en agradecimiento por haberle salvado la vida, el peligroso “Mangoaguao” se entregó a las autoridades, mi investigación quedó inconclusa porque según Ángel Chacín y la discente Yasmery Vílchez, el materialismo derrotó mis tesis idealistas del papel de la antropología y las prácticas filosóficas y religiosas como amuleto de los delincuentes.

jueves, 20 de septiembre de 2012

EL CAPITALISMO: UN MODELO POLÍTICO ILEGÍTIMO


JAIME VILLASMIL
MARXISTA LENINISTA
    La realidad Latinoamericana y del Caribe ha venido demostrando que los pueblos de esta parte del mundo han pasado a imponer su voluntad y decisión de avanzar hacia su segunda y definitiva independencia por caminos pacíficos, pero a su vez, y sin el menosprecio de otras formas de lucha de resistencia, enfrentar con la unidad de sus naciones la más irracional y casi siempre violenta arremetida por parte de las oligarquías desplazadas del poder.
    Los sucesivos golpes de estado de corte militarista, los cuales dejaban en el poder a militares pitiyanquis obedientes a Washington para la ejecución del macabro Plan Cóndor, mediante la superioridad de sus recursos materiales y sus represivos métodos brutales; la imposición de disfrazadas formas de implementación del capitalismo burocrático y atrasado como el impuesto en Venezuela durante más de cuarenta años con la dictadura de la “Democracia Representativa”, auspiciada, planificada y ejecutada por los vende patria nacionales para someternos a la más inhumana deuda, a uno de los más altos niveles de corrupción administrativa en Latinoamérica y la depauperización de mayoritarios sectores desposeídos de la nación; todo ello apoyado por las nefastas políticas del Imperio Norteamericano y la aplicación de modelos educativos bancarios y castrantes de la conciencia crítica, apoyados por diversos instrumentos serviles como la prensa, la radio y la televisión, para mantenernos en el fantasioso oscurantismo del “ta’ barato, dame dos” y la aniquilación de las diversa formas de lucha popular por parte de nuestros estudiantes, obreros, campesinos y trabajadores en general.
    El reto sigue siendo enorme para los pueblos, aún si se lograra consolidar la garantía de los procesos electorales que expresen la mayoritaria voluntad popular, no debemos olvidar ni menospreciar el poder que representan la banca, las finanzas y la economía en general, los medios de comunicación (radio, prensa, cine, televisión, internet, etc.), los cuales siguen en manos de las oligarquías que pretenden el regreso al pasado y que cuentan con muchos recursos y funcionarios en el gobierno.
    Asumiendo como lo estamos de entender todas estas realidades, caso ejemplar para nosotros los venezolanos y los pueblos del mundo como lo es el proceso revolucionario cubano, al igual que los trabajadores, los estudiantes, campesinos, indígenas, estaremos en pié de lucha para que el neoliberalismo inquisidor y el capitalismo vayan perdiendo legitimidad y de una vez por todas estemos más en disposición consciente de levantar el puño por la consolidación de la Revolución Socialista Latinoamericana y Caribeña, la independencia y la igualdad dentro de la diversidad, ahora con mejores perspectivas de lucha para los  pueblos.

¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!

miércoles, 19 de septiembre de 2012

 CRITICA A LA EDUCACION BANCARIA 




POR: FREDDY JIMENEZ

viernes, 14 de septiembre de 2012

LA GRAN PIRÁMIDE DEL CAPITALISMO

LA GRAN PIRÁMIDE DEL CAPITALISMO
Análisis de la superestructura capitalista, su reproducción y nuestra a veces inocente colaboración para sostenerla.

por Freddy Aguilar





Todo sistema tiene su superestructura que nos obliga a a reproducirla, porque de no ser así, no puede sobrevivir, a menos de manera dominante. Cuando una revolución llega rompe esa superestructura y e impone la suya. La superestructura se asienta sobre la cultura, la educación, las formas de producción, las relaciones sociales, la moral,. Todo gira en torno a la lógica de ella. Por tanto romperla no es fácil; es una lucha entre lo que nace y lo que muere. La moral nos hace pensar que lo que está emergiendo es inmoral, por tanto combatimos la revolución y hacemos resistencia.

Ahora, si obedecemos a una lógica del capital e irrumpe la revolución Bolivariana, Rodriguista y Zamorana ¿cómo identificar los aspectos revolucionarios y las bondades que emergen con ella si la educación en que estamos sumergidos no nos ayuda a entenderla? ¿Qué contradicciones se presentarán en ese transitar? ¿Será la arbitrariedad uno de los elementos a derrotar en la educación revolucionaria? ¿Hasta qué punto colaboramos de manera inconsciente con la superestructura que se niega a morir en nombre de darle la bienvenida a la que emerge?

En nuestra caricatura "La gran pirámide capitalista" vemos cómo se nos esconde la realidad del sometimiento imperial de los pueblos con la colaboración del mismo pueblo que armado y razonando según su lógica impone la fuerza.
En base a esa lógica de pensar, el capitalismo arraigado en nosotros arremete contra el trabajador que lucha por su salario y por las mejoras sociales. Dentro de esa forma de pensar los cuerpos armados son incapaces de volver sus armas contra el opresor. El comunicador ve normal, lógico y cree necesario combatir la insurgencia que trae la revolución que contiene dentro de sí las aspiraciones de los campesinos y de los pueblos explotados para expoliar sus riquesas, las aspiraciones de las mujeres, los excluidos y de todo aquel que grita en busca de ayuda y comprensión.
El trabajador de la seguridad que no tenga conciencia de la superestructura no sabrá dónde apuntar las armas. De allí la importancia de la educación que libera, puesto que nos da conciencia para emanciparnos. ¿Pero de qué?

- de una música que no nos deja pensar,
- de una enseñanza que no nos permite razonar en favor de las mayorías,
- que no nos deja querer y colaborar con el prójimo y con el próximo, con la naturaleza y con la existencia,
- de una orden que no construye sino que destruye,
- de un patrón que utiliza lo nos arrebató para enriquecerse, incluso a cuestas de nuestra sangre,
- de un consorcio que une esfuerzos porque sabe que fragmentado le es imposible someternos,
- de una religión que nos invita a dividirnos, a negarnos y a ser,
- de unos medios que nos vuelven abúlicos,
- de una alimentación que nos desnutre,
- de una medicina que nos mata,
- de una forma de sentir el sexo que niega la existencia del amor.

En la educación popular se rompe la doctrina de educar a un grupo para que colabore con la dominación y matener a la mayoría excenta de conocimientos, para que se entienda como mano de obra y como mercado. En la educación popular todo el que algo sabe colabora para el gran saber emancipador. No existe tecnocrácia si no saber popular, lo que es: un pueblo que sabe y que guía. No existe arte para los tontos ni manifestaciones culturales indignas sino valiosas para el culto de la libertad. No existen más armas que las almas, no existe más hombro que otro hombro.

Sabemos quién está arriba destruyendonos aunque no lo veamos: es la arbitrariedad, la injusticia y la muerte.

Al igual que esos seres de esos y estos pueblos y culturas que la enfrentan y resisten, me invito y te pido compañía y acepto tu invitación y te acompaño a luchar educandonos, a liberarnos trabajando, a emanciparnos en combate para poder gestar "la patria buena muchacho."

PRIMER ME GUSTARÍA




LA EDUCACIÓN POPULAR Y LAS CASITAS DE BARRO


Por Freddy Aguilar
Docente Cefounes- Zulia
Un Primer Me Gustaría
Hablar sobre seguridad mientras hacemos casas de barro

Reflexión sobre la geografía:
Si fuera la ocasión en que con los dicentes del ambiente 11 saliera a un espacio natural, llenaría ese saliera con inmensos arboles de sombra y mucho barro frio en los pies descalzos.
Soplaría la brisa de una tarde cuaternaria y borraría las prisas del tiempo. Hecharía a rodar las hojas por sus cuerpos mientras la conversación y las sonrisas arman la llegada de la lluvia.

Reflexión sobre la acción
Si llegara a un espacio natural de la mano de los discentes del ambiente 03 o 04, sintiendome niño los invitara a contruir con nuestros pies y nuestras manos casitas de barro. Nos cantaríamos nuevamente el cumpleaños y saldríamos a pasear por nuestra ciudad tranquila, montados en nuetros coches ecológicos hechos de grandes hojas verdes. Los invitaría a construir sus familias y darles afecto, casa y ciudad segura.

Reflexión sobre la palabra que nos ocupe
Si me preguntaran de afecto les pediría que primero sostuvieran en sus brazos su familia hecha de barro y ternura. Luego lanzaría hacia los arboles la canción del Lunerito de nuestro Alí cantor, de nuestro Alí poeta, del Lunerito tierno.
Mostraría las imagenes de nuestros niños de la calle escondiendose de Peter Pan. Hablaría de las hazañas de nuestras nodrizas negras y aborigenes que aún en la más extrema pobreza siempre tuvieron una teta y un arruyo para un huerfano de la guerra, de un huerfano del látigo, de un huerfano de un virus o de un dolor; Mientras hablamos, les pediría que hablen sus hijos, que hablen sus hombres y sus mujeres, que se miren y que si se sienten afortunados que perpetúen esos momentos. Que los tengan presentes para que sonrian siempre. Les mostraría los caminos... los dos caminos: el del hipócrita que que todo lo tasa en dinero y el del que sabiendo que hay seres carentes de afecto busca llenarlos de amor haciendo justicia social.
Si me preguntan de afecto, no hablaría yo. Hablaría la negra Hipólita, la misión Milagro, Chávez en amor mayor, los hijos de Venezuela. Le diría a la discente Edmary Cedeño que con su acostumbrada pasión hablara de los derechos humanos, al discente Ronald Viloria que nos expliacara la relación práctica que existe en elegir entre socialismo y capitalismo y el afecto. Invitara a Ramón Bracho el policía que daba sonrisas y diversiones a niños y adultos vestido de payaso y usaba el arma sólo herir las injusticias porque prefería morir antes que matar. 
  
Si nos tocara hablar de casa, les pediría que me hablen del barro en sus manos y pies... la frescura de la tarde, lo confortable de la tranquilidad. Después dejaría derramar suave y finamente las gotas de lluvia. Nos hecharíamos sobre las hojas que se amontonan en los techos de nuestras casas de barro y oiríamos la inmensa paz que llega cuando se hace un gran silencio en el mundo. Si tuvieramos que hablar precisamente de casa, cerrariamos los ojos para comunicarnos en astral con el maestro Victor Rumbos para que nos aclarara la relación de casa, rancho y hogar. Volvería el poéta del fusil y el amor para hablarnos de los techos de cartón, de los niños color tierra, de las casas del explotador. La discente Yulenis nos definiría la palabra dignidad a partir de la constitución y así visualizaríamos al nuevo policía acudiendo con mandarrias a tumbar ranchos y pararse del lado del pueblo construyendo en revolución viviendas dignas.
Si cayendo la noche ya el barro se ha secado en nuestras manos y pies, y es hora de retirarnos y sentimos la necesidad de hablar de la seguridad. Hablaría de un pueblo en constante actividad cultural, bebiendo cafe como simbolo de amistad. La discente Cindy nos interpretaría sus poemas y el dicente Jackson Aponte nos contaría cuentos de su afrodescendencia. Hablariamos del interés de algunas empresas por vendernos casas amuralladas y tecnologías mata paranoicos. Del interés del sistema privado de medicina, información y comunicación de vendernos inseguridad. Del por qué no se toman medidas que evidentemente reducirían la violencia, la delincuencia y la inseguridad. Del papel moneda en el juego antirrevolucionario y del papel de las mafias en la corrupción y violación de las políticas públicas. Juraríamos trabajar por ver vecinos prestos a la conversa vecinal. Pondríamos en funcionamiento la política implementada por Arias Cárdenas de Calles para la Gente. Entonces nos iríamos a nuestras casas haciendo escala: viendo película en la calle, disfrutando del teatro y la danza comunitaria, del deporte interbarrio, del esfuerzo gubernamental. Y entonces Sheyla Padilla, como lora, iría hablando a todos de la Misión Cultura Corazón Adentro, del papel de los medios de comunicación alternativa y comunitarios, de la UNES y su Vinculación Social, de la PNB y su Policía Comunal. De que la seguridad es la suma de todas las políticas progresivas que llegan hasta nuestro entorno y nos invitan a participar en la construcción de la patria. Entonces con la Billo, Armando Molero y el Trio de la Policía caminaríamos a casa de baile en baile.